El recorrido comienza en la parte alta de la población de Alquézar, junto al aparcamiento y las piscinas municipales. Desde allí, tomaremos una calle ascendente que pronto se convierte en sendero hasta la pista (Camino Natural del Somontano), por la que se continuará en paralelo al Barranco de Payuala, dejando la pista y continuando por el sendero colindante a la tradicional conducción de agua, cruzando el Barranco de Payuala sobre un pequeño acueducto. Desde aquí, ascenderemos por unas escaleras de piedra hasta las balsas de Basacol.
Desde las balsas de Basacol comenzaremos el descenso por la otra margen del Barranco de Payuala, entre el barranco y el Cañón del río Vero, hasta la parte más baja de la población de Alquézar.
Durante la ruta, observaremos el contraste entre la región climática mediterránea de encinas (piso mesomediterráneo) y la región atlántica de pino silvestre (piso montano). Destacando la transición de la roca caliza en las zonas altas y la roca arenisca en las bajas. Este contraste supone la observación de una gran diversidad de especies de diferentes regiones climáticas, como la encina o sabina junto a pino silvestre, o corona de rey y oreja de oso, junto con el té de roca.
Desde Alquézar parte este sendero circular de, aproximadamente, 4 km de longitud y 200 metros de desnivel.
La vegetación se caracteriza tanto por el clima (hibrido entre atlántico y mediterráneo), como por el acusado desnivel y la sinuosidad del relieve.
Una de las características más notables de la vegetación es el contraste entre las vertientes norte y sur. En la vertiente Norte (clima atlántico), el quejigar ocupa grandes extensiones, siguiéndolo en altura los pinares de pino silvestre y bosquetes de hayas. A mayor altura encontramos al pino negro, acompañado por algunos pies de abetos. En la vertiente Sur (clima mediterráneo), es el bosque mediterráneo por excelencia, el encinar, el predominante, junto al pino silvestre a mayor altitud. El sotobosque está formado sobre todo de boj, erizón y, en menor medida, coscoja.
La ruta recorre la unidad geomorfológica del Pirineo Aragonés, denominada Sierras Exteriores. Las cuales están formadas por un relieve montañoso de calizas, arcillas y areniscas, entre los 600 y los 2000 metros de altura, lo que le proporciona un gran número de diferentes ecosistemas (mosaico agrícola de montaña, bosques, pastos, valles y cañones fluviales).
La ruta recorre la unidad geomorfológica del Pirineo Aragonés, denominada Sierras Exteriores. Las cuales están formadas por un relieve montañoso de calizas, arcillas y areniscas, entre los 600 y los 2000 metros de altura, lo que le proporciona un gran número de diferentes ecosistemas (mosaico agrícola de montaña, bosques, pastos, valles y cañones fluviales).
La vegetación se caracteriza tanto por el clima (hibrido entre atlántico y mediterráneo), como por el acusado desnivel y la sinuosidad del relieve.
Una de las características más notables de la vegetación es el contraste entre las vertientes norte y sur. En la vertiente Norte (clima atlántico), el quejigar ocupa grandes extensiones, siguiéndolo en altura los pinares de pino silvestre y bosquetes de hayas. A mayor altura encontramos al pino negro, acompañado por algunos pies de abetos. En la vertiente Sur (clima mediterráneo), es el bosque mediterráneo por excelencia, el encinar, el predominante, junto al pino silvestre a mayor altitud. El sotobosque está formado sobre todo de boj, erizón y, en menor medida, coscoja.