Espectacular etapa en la que nos adentramos en el Reino de los Mallos, recorriendo de nuevo la Foz de Salinas y pasando por el collado de la Osqueta para desembocar en los Mallos de Aguero y su bello pueblo y terminar a las orillas del bravo río Gállego en la monumental población de Murillo de Gállego
En esta etapa de la Prepirenaica Trail, volvemos a adentrarnos entre las estrechas y verticales paredes de la recóndita Foz de Salinas, pasando por el salto de agua de la Fuente de la Tosca o de la Rata y el deshabitado pueblo de Salinas Viejo. Coronaremos el collado de la Osqueta —también llamado de la «W» dada su silueta—, un excepcional mirador del Prepirineo y el Pirineo desde el cual disfrutaremos de unas sobrecogedoras vistas panorámicas. En el descenso hacia Agüero conoceremos la Foz de Pituelo y sus impresionantes paredes y sus misteriosas cuevas, para posteriormente descender hasta el bello pueblo medieval, situado a los pies de los monolitos y paredes de conglomerado de los Mallos de Agüero, recientemente declarados Monumento Natural. En este punto, podemos continuar la ruta por la calzada medieval y sus milenarios caminos empedrados hasta la localidad de Murillo de Gállego, pasando bajo los pies de Peña Ruaba, también Monumento Natural. El paseo final por las calles medievales de esta localidad monumental, ponen la guinda a esta excepcional etapa que se adentra en el denominado «Reino de los Mallos».
Podemos reducir esta etapa si optamos por quedarnos a dormir en Agüero. Solo podemos abastecernos de agua en Agüero, con lo que hay que ir bien provistos de bebida y comida. El tramo de sendero desde La Osqueta a los corrales de la Rabosera se encuentra algo cerrado, igual que el tramo que desciende hacia la Foz de Pituelo. Son tramos con mucha exposición al sol, con lo que se recomienda no realizarlos en las horas centrales del dia, sobre todo a finales de primavera y verano. En el tramo entre el collado Rabosera y la Foz de Pituelo, marcado con estacas de la Hoya de Huesca, hay un giro a la derecha poco visible (km 7 de la ruta) en un portillo de roca. Es necesario estar atento al GPS. Desde la Foz de Pituelo a Agüero, el trazado sigue una serie de senderos y pistas sin señalizar en algunos tramos. De Aguero a Murillo seguiremos el trazado del Camino Natural de la Hoya de Huesca.
Podemos reducir esta etapa si optamos por quedarnos a dormir en Agüero. Solo podemos abastecernos de agua en Agüero, con lo que hay que ir bien provistos de bebida y comida. El tramo de sendero desde La Osqueta a los corrales de la Rabosera se encuentra algo cerrado, igual que el tramo que desciende hacia la Foz de Pituelo. Son tramos con mucha exposición al sol, con lo que se recomienda no realizarlos en las horas centrales del dia, sobre todo a finales de primavera y verano. En el tramo entre el collado Rabosera y la Foz de Pituelo, marcado con estacas de la Hoya de Huesca, hay un giro a la derecha poco visible (km 7 de la ruta) en un portillo de roca. Es necesario estar atento al GPS. Desde la Foz de Pituelo a Agüero, el trazado sigue una serie de senderos y pistas sin señalizar en algunos tramos. De Aguero a Murillo seguiremos el trazado del Camino Natural de la Hoya de Huesca.
En esta etapa de la Prepirenaica Trail, volvemos a adentrarnos entre las estrechas y verticales paredes de la recóndita Foz de Salinas, pasando por el salto de agua de la Fuente de la Tosca o de la Rata y el deshabitado pueblo de Salinas Viejo. Coronaremos el collado de la Osqueta —también llamado de la «W» dada su silueta—, un excepcional mirador del Prepirineo y el Pirineo desde el cual disfrutaremos de unas sobrecogedoras vistas panorámicas. En el descenso hacia Agüero conoceremos la Foz de Pituelo y sus impresionantes paredes y sus misteriosas cuevas, para posteriormente descender hasta el bello pueblo medieval, situado a los pies de los monolitos y paredes de conglomerado de los Mallos de Agüero, recientemente declarados Monumento Natural. En este punto, podemos continuar la ruta por la calzada medieval y sus milenarios caminos empedrados hasta la localidad de Murillo de Gállego, pasando bajo los pies de Peña Ruaba, también Monumento Natural. El paseo final por las calles medievales de esta localidad monumental, ponen la guinda a esta excepcional etapa que se adentra en el denominado «Reino de los Mallos».